Hibristofilia

¿Qué es la hibristofilia?

A priori, todos sentimos recelos frente a las personas peligrosas, pero extrañamente, la la atracción hacia este tipo de personas, no es del todo inusual.

La hibristofilia es un tipo de parafilia sexual, que hace que la persona se sienta atraída secual o románticamente hacia otra persona que ha cometido un delito (robo a mano armada, violación o asesinato) o que puede resultar potencialmente violento o peligroso.

El primero en hacer alusión a esta patología fue el psicólogo John Money.

El término hibristofilia deriva de las palabras griegas, ὑβρίζειν que significa “atentar contra alguien” y filo que significa afinidad. También es conocida como “Síndrome de Bonnie y Clyde”

La hisbristofilia es una parafilia que puede resultar peligrosa para quien la padece, poniendo en riesgo la integridad física de la persona y también la integridad mental, pero ¿por qué ocurre entonces?

Jonh Money en sus estudios afirma que esta filia ocurre con independencia del perfil, pero que, claramente su incidencia es mucho mayor en mujeres heterosexuales.

Ninguna teoría es concluyente en relación al por qué se produce esta filia, pero desde el punto de vista evolutivo, puede que exista una tendencia en algunas personas a creer que una pareja con la capacidad de someter a los demás, aun de manera violena, resulta deseable.

Por otro lado, diversos estudios, concluyen que muchas mujeres sienten una profunda atracción hacia los hombres con rasgos maquiavélicos, narcisistas y de tendencia psicopática. Por ejemplo, el estudio realizado en 2013 por G. Carter, A. Campbell y S. Muncer y que reunió a un grupo de mujeres a las que se mostraron hombres con características antisociales (o lo conocido como Tríada oscura) demostró que las mujeres preferían a los hombres con rasgos psicopáticos, narcisistas y maquiavélicos, frente a los hombres del grupo de control.

Dos tipos de hibristofilia

Existen dos tipos de hibristofilia, la pasiva y la activa.

La hibristofilia pasiva se limita al deseo romántico o sexual hacia una persona violenta, mientras que, en la activa, quien la padece llega a participar de las fechorías del criminal, ayudándole, protegiéndole e incluso cometiendo actos delictivos.

¿Qué motiva este comportamiento?

Entre las posibles motivaciones de este comportamiento está la creencia de que se podrá cambiar a la persona, de poder transformar a este tipo de hombres peligrosos, en una especie de fantasía redentora.

En otros casos, se da una especie de instinto de protección, de compasión hacia este tipo de personas agresivas tratando de justificar su comportamiento.

También, existen casos en los que la motivación es la simple búsqueda de fama y notoriedad.

Algunos ejemplos

El caso de Ted Bundy es especialmente llamativo, condenado a años de prisión por múltiples crímenes, recibía en prisión cientos de cartas de amor de mujeres que se declaraban sus fans.

Otro caso es el de Charles Manson, en el que, sus seguidores, subyugados por sus encantos, llegaron a cometer crímenes bajo su influencia.

Pero no son casos aislados, muchos violadores o asesinos confesos arrastran hordas de admiradores.

En cualquier caso, las consecuencias de la hibristofilia pueden resultar fatales para quien la padece, puesto que, la naturaleza violenta de estos hombres, no suele cambiar tal y como esperan y pueden llegar a convertirse en un blanco fácil de abusos y agresiones.

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