¿Qué es el perfeccionismo?

El perfeccionismo, a pesar de su denominación, es una manera de ser que puede conllevar problemas. Generalmente, este término designa a aquellas personas que no quedan totalmente satisfechas con el resultado de lo que hacen y que suelen ser meticulosas en los detalles y la realización de las tareas.

A primera vista podría parecer que ser perfeccionista puede ayudarnos a alcanzar unas metas más elevadas y, aunque en algunos casos sea así, cuando este rasgo se vuelve patológico puede causarnos más problemas que beneficios, así como ansiedad o depresión.

En psicología, el perfeccionismo se refiere a un rasgo de personalidad complejo que hace que las personas perfeccionistas se exijan unos estándares de calidad muy altos, lo que a menudo puede ocasionar frustración y otros problemas psicológicos.

Características del perfeccionismo

Las principales características son:

  • Exigencia personal muy elevada.
  • Gran preocupación ante la posibilidad de cometer errores.
  • Dudas sobre las acciones que se realizan.
  • Tendencia a la organización.
  • Capacidad de esfuerzo.

Cuándo el perfeccionismo se transforma en un problema

Que, el perfeccionismo, se convierta en una debilidad o una fortaleza dependerá de si sus rasgos concretos resultan adaptativos o desadaptativos para la persona.

Se considera perfeccionismo desadaptativo cuando genera a la persona síntomas como ansiedad, depresión, trastornos de conducta alimentaria, trastorno obsesivo compulsivo, ansiedad social, etc.

Además, este perfeccionismo desadaptativo provoca en quien lo padece reacciones exageradas de frustración, tristeza o enfado, resulta obsesivo y genera sobre vigilancia y un exceso de atención en su propio desempeño. Estas personas, además, son muy sensibles y vulnerables a la crítica y el error.

Suelen tener baja autoestima y percibirse con pocas capacidades y habilidades en general.

Causas del perfeccionismo

En psicología el perfeccionismo desaptativo se conoce también como Trastorno Anancástico de la Personalidad o Síndrome del Perfeccionista, y es su origen es siempre multicausal.

  • Al componente genético se suma el contexto de la persona y las causas ambientales que pueden provocar el desarrollo de una personalidad perfeccionista. Por ejemplo, crecer en un hogar donde se reciben constantes elogios o, por el contrario, criticas excesivas, puede provocar que la persona se vea forzada internamente a alcanzar un grado de perfección para lograr ser aceptado socialmente.
  • De esta manera, los progenitores autoritarios, pueden hacer que los niños o adolescentes queden de alguna forma, marcados en este sentido y se vuelvan adultos perfeccionistas.
  • También, las experiencias negativas o determinados traumas pueden generar la aparición del perfeccionismo. Esta puede ser una manera de llenar algún vacío interior.
  • La baja autoestima puede causar también la aparición del perfeccionismo como forma de compensar las carencias o los sentimientos de inferioridad.
  • Así mismo, tener poca tolerancia al fracaso puede originar un perfeccionismo patológico.
  • Y, en general, la sociedad actual, altamente competitiva, puede volver el perfeccionismo una obsesión a fin de destacar sobre los otros y alcanzar el éxito social.

Poner freno al perfeccionismo desadaptativo

El perfeccionismo desadaptativo no es un trastorno mental, sino un rasgo de la personalidad que puede transformarse en patológico, por este motivo, a fin de evitar las consecuencias negativas del mismo, resulta importante trabajar los componentes del perfeccionismo que resultan disfuncionales.

  • El tratamiento del perfeccionismo suele trabajar los pensamientos y las conductas relacionadas, el desarrollo de la autocompasión, la baja capacidad de frustración de la persona en relación a los errores y fracasos y, sobre todo, la identificación de los pensamientos o distorsiones de los mismos que llevan a la persona a “padecer” su propia ansia de perfección.
  • Además, se deben trabajar en la sustitución de estos pensamientos por otros más funcionales, positivos y adaptativos para la persona.
  • Trabajar la autoestima y la propia percepción del yo, a fin de que el juicio sobre nosotros mismos resulte más bondadoso y flexible.
  • Las técnicas de exposición también resultan de utilidad frente a las situaciones que generan ansiedad perfeccionista en la persona. durante estas exposiciones la persona comete errores a propósito gradualmente a fin de enfrentar su temor a los fallos e ir incrementando su tolerancia frente a los mismos.
  • Resultan muy recomendables actividades como la meditación, la relajación consciente y los ejercicios de respiración para bajar los niveles de ansiedad.
  • Se deben trabajar los pensamientos catastróficos y la tendencia a la anticipación.
  • Y, sobre todo, se debe buscar ayuda a tiempo, puesto que el perfeccionismo llevado al extremo puede desembocar en una gran limitación en la vida cotidiana u otro tipo de trastorno, como la ansiedad, la depresión o los trastornos alimentarios.

En el Instituto Coullaut somos especialistas en salud mental y podemos ayudarte. Por eso, si tienes cualquier duda o deseas concertar una cita no dudes en contactar con nosotros.