Algunas fobias comunes no demasiado conocidas

Son muchas las personas que desarrollan fobias, aunque en muchos casos, no consiguen ponerle un nombre a sus miedos irracionales que, en algunos casos, pueden llegar a suponer un auténtico problema para quienes los padecen. Si bien es cierto que las fobias son tratables, según el grado de intensidad de las mismas, en la mayoría de los casos, con ayuda profesional, pueden ser tratadas y superadas. A pesar de esto, mucha gente desconoce el origen de su problema y las arrastra de por vida.

A continuación analizaremos alguna de las más comunes. Pero, antes de detenernos en ellas aclaremos qué es una ‘’fobia.”

¿En qué consisten las fobias?

Conocemos como fobia a la respuesta física y psicológica que se manifiesta a través de un miedo exagerado. Una reacción irracional e incontrolable a un determinado estímulo, cuyo origen puede encontrarse en una experiencia dramática o, incluso, en la de haber sido meramente testigo de un evento o vivencia negativa, sin que sea necesario ser el protagonista directo de dicha vivencia y que provoca, que se empiece a desarrollar la fobia asociada a dicho suceso. En los diferentes grados fóbicos hay también diferentes respuestas y maneras gestionar el medio entre los que las sufren. En psicología podemos diferenciar entre distintos tipos de miedo. Hay que distinguir los miedos racionales de los irracionales, así como el grado de adaptabilidad. Hay miedos generales y más específicos, y algunos son más exagerados o incontrolables y otros más manejables. Algunos se controlan sin necesidad de terapia, pero en el caso de algunas fobias específicas sí que se necesita un tratamiento adecuado y especializado.

Hay algunas fobias que destacamos a continuación por ser de las más frecuentes:

Agorafobia:

La agorafobia se caracteriza por un miedo intenso a permanecer en espacios en los que resulta difícil escapar o encontrar ayuda. Aunque literalmente significa “miedo a los espacios abiertos”, la persona que padece dicho trastorno, suele presentar síntomas frente a cualquier situación que implique una dificultad real o imaginaria para poder escapar. Suele ser frencuente en la agorafobia el miedo intenso a las multitudes, los puentes, o los espacios exteriores. Los síntomas más comunes son una ansiedad fuerte e indisposición al enfrentarse a espacios abiertos, el miedo a salir a la calle y un temor irracional ante la idea de quedarse solo/a. También se manifiesta en la tendencia a evitar reuniones sociales y suelen experimentar cambios de humor frecuentes e irritabilidad.

Acrofobia

El miedo a las alturas puede ser considerado un miedo natural en origen y un miedo adaptativo muy común en nuestra sociedad. La altura implica un peligro potencial para la persona, aunque el problema comienza cuando se convierte en fobia, apareciendo en situaciones o estímulos donde la altura no implica ningún peligro. Es una fobia tratable y superable, según sus grados.

Aerofobia

Si hablamos de miedo  a las alturas, debemos mencionar el miedo a volar. La aerofobia o el pánico a los aviones es algo muy extendido en general y deriva de un miedo adaptativo. El que la sufre se ve invadido o paralizado por el pensamiento de poder sufrir un accidente a miles de kilómetros en vuelo. Es una fobia bastante fuerte e impide poder desplazarse o viajar a multitud de personas en un medio de transporte tan vital en multitud de ocasiones. A través de la terapia cognitiva muchos pacientes consiguen superar la fobia, siendo también la exposición directa al estímulo, una manera efectiva de abandonar sus creencias y superar el pánico a volar.

Claustrofobia

La claustrofobia es el miedo irracional a estar en lugar cerrados y/o de reducido tamaño o difícil acceso al exterior. La persona claustrofóbica también la puede padecer en diferentes grados, y sus síntomas van desde leves ataques de ansiedad, o tensión y sudoración al entrar en un espacio reducido, hasta la incapacidad total de entrar en cualquier espacio o recinto cerrado.

Belonefobia

Es otra fobia muy común, y consiste en un miedo irracional es el miedo incontrolable hacia las agujas y objetos punzantes. Aunque su origen viene dado por el miedo natural al dolor y al sufrir daño corporal, al alcanzar grado de fobia debe tratarse, ya que puede suponer un verdadero problema a la hora de realizar un procedimiento médico necesario para la persona y que requiere el uso de agujas.

Fobia social

Su prevalencia de entre un 3% y un 13% hace que nos detengamos a mencionar esta fobia entre las muy comunes, a pesar de no tratarse de una fobia específica ante un cierto estímulo concreto. La persona que padece fobia social puede sufrir un fuerte estado de ansiedad al estar rodeada de otras personas. No es necesario que se trate de grandes masas para padecerlo. La reuniones de más de cuatro personas ya pueden suponer un problema, y los síntomas van desde evitar relacionarse con los demás y tener escasas habilidades o comunicación social y encontrar dificultad para establecer vínculos más íntimos. Físicamente se experimenta sensación de mareo, ahogos, ansiedad o incluso náuseas en la situaciones en las que se pueda ver rodeado de otras personas.

Glosofobia

La glosofobia es el miedo a hablar en público. A veces puede puede puede estar relacionada con la ansiedad social, aunque no directamente. La idea de expresarse ante otra gente, que observa y escucha puede convertirse en una pesadilla para algunas personas. Es frecuente en personas de personalidad mas introvertida o tímida, y su padecimiento también tiene grados, aunque sus síntomas pueden provocar incluso ataques severos de pánico. Es tratable y en ocasiones se soluciona con terapia o incluso con un programa de cursos específicos para perder el miedo a hablar en público, en ocasiones impartidos por actores o artistas, acostumbrados a hacerlo en su día a día profesional.

Colurofobia

Es una fobia que comienza a desarrollarse en la infancia y consiste en el miedo a los payasos, a su imagen y a sus gestos, y es realmente experimentada por muchas más personas de las que creemos. No se sabe exactamente lo que provoca esa respuesta , pero sí quizá, siendo a un estímulo distinto, o desconcertante para una persona en su primera etapa de desarrollo, por su aspecto o maquillaje, o incluso por su uso en el cine y medios visuales como elemento aterrador o personaje negativo, lo cierto es que es una fobia extendida. Diversos estudios realizados en hospitales donde se han usado payasos como terapia para niños y enfermos , comprobaron que la respuesta con mucha frecuencia era más negativa que positiva, llegando incluso a provocar ansiedad o malestar en pacientes y niños.

Hemofobia

Otra fobia muy común y en muchos ocasiones directamente relacionada con la anteriormente vista, la fobia a las agujas, es la hemofobia o hematofobia, o el miedo ante la visión de la sangre que se caracteriza por una fuerte reacción psicofísica mediante sudoración, mareos e incluso el desmayo. Las personas que sufren la hemofobia sufren además extrema dificultad o limitación a la hora de encontrarse en una situación donde deban prestar ayuda a alguien que ha sufrido un accidente con pérdida de sangre. Así podemos clasificarla como mínimamente incapacitan según la circunstancia, aunque sea excepcionalmente, al no poder prestar su ayuda. También sufren mucho nerviosismo a la hora de hacer analíticas o donaciones de sangre y a menudo experimentan esas sensaciones al ver sangre en una pantalla, película, noticias, etc.

Escotofobia

Otro estímulo que suele ser causa de fobia en muchas personas, es la oscuridad. La escotofobia es el pánico a no ver lo que nos rodea, provocada por el miedo a lo desconocido o a estar en una situación con pérdida de control visual y espacial, que en algunas personas puede provocar una respuesta irracional al no poder encontrar manera de gestionar las emociones de miedo y ansiedad que les genera. La persona escotofóbica podría experimentar síntomas que se reconocen fácilmente en los comunes pacientes con ansiedad, como dificultad para respirar, temblores, inquietud, acompañadas de otros síntomas como migrañas, exceso de sudoración, sensación de boca seca e incluso falta de apetito.

Aracnofobia

La aracnofobia, también una fobia común, es el miedo a los arácnidos. Una fobia específica que dentro de los miedos a determinados animales se posiciona como una de las más fuertes junto a las serpientes y reptiles.La persona fóbica a las arañas sufre ante su presencia sudoración, gran nerviosismo y aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, mareos y náuseas. Es , como otras fobias de esta clase, tratable, aunque la exposición al estímulo no suele ser tan común.

Tanatofobia

La tanatofobia o necrofobia es el temor desmedido a la muerte, a la idea o la posibilidad de perder la vida. Asimismo existe la fobia los muertos, que merecería mención aparte. Es una alteración o fobia cuya respuesta es generada incluso solo a través del propio pensamiento en una idea, y se podría decir que está más vinculada a la hipocondría. Los síntomas son de extrema ansiedad cuando es muy recurrente u obsesiva, y debe ser tratada cuando se observa que altera la vida normal de paciente. Existen terapias específicas en psicología para disminuir sus efectos y llegar a erradicarla, pues en ocasiones puede comenzar con algún evento traumático, aunque no en todos los casos.

Tripofobia

Hemos considerado oportuno incluir esta curiosa fobia en nuestra lista, que se caracteriza por el miedo o desasosiego producido por los agujeros y figuras geométricas muy juntas. Algunas personas experimentan nerviosismo y ansiedad o mareos ante objetos con pequeños  agujeros, o panales u hormigueros. No ha sido investigada en profundidad, y aunque el término se comenzó a usar en el 2005, se han realizado múltiples encuestas que revelan su importancia dentro del grupo de fobias evolutivas. Muchos expertos aseguran que está relacionada con el miedo a los parásitos.

Cinofobia

Aunque hay animales que generan fobias más potentes, la fobia a los perros podemos decir, que está bastante extendida en la sociedad. Los perros suelen ser el animal más cercano al ser humano, si bien es cierto que una mala o traumática experiencia peligrosa con un perro puede desembocar en un pánico al animal, a su presencia o cercanía. En ocasiones no se supera nunca y genera un nerviosismo extremo según los grados de fobia. También puede ser específica, a determinada raza o razas de perros, generalmente de los considerados peligrosos o que generas más desconfianza.

Fobofobia

Es curiosamente una fobia común, a la vez que complicada, pues se trata del miedo a sufrir una fobia o algún otro miedo o trastorno parecido, y genera una gran angustia a la persona que la padece, y se considera de las más incapacitantes, ya que se desata ante cualquier mínimo peligro o percepción de un peligro potencial

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